Posiblemente una de las grandes revoluciones urbanas del país nipón fué el bodycon (ボディコン ). Como suele pasar en varios términos japoneses, es una contracción de body conscious, es decir, consciente del cuerpo.
Su aparición fué más o menos al final de los 80, más concretamente en 1986, quizás en Osaka.
Se trataba de unas chicas que se empezaron a dar cuenta que Japón estaba cambiando, modernizando, al igual que su sociedad. Los cánones de comportamiento clásicos japoneses dicen que una mujer debe ser sumisa en el matrimonio (también se tiene que casar y ser ama de casa). Pero se dieron cuenta que también tenían poder en la relación.
Esa necesidad de cambio fué la que originó la revolución: emepezaron a comprar ropa muy cara (en Rocky America), pero a la vez muy sexy y provocativa. Minivestidos, botas altísimas con tacones, pantalones de tiro bajo, tops para enseñar el ombligo.
Adoraban la ostentación (se compraban joyas tan caras como elegantes) y las marcas haute couture occidentales como Chanel o Dior.
El sitio de reunión más famoso eran las discotecas, sobretodo la Juliana's Tokyo (tambien son conocidas como Julianas), una discoteca enorme que incluía grandes plataformas, donde se subían a bailar provocadoramente, eran go-gós amateurs. Muchas de ellas después encontraron trabajo de eso.
Un complemento ideal para hacerlo eran los abanicos, más grande de los normales, tanto de plumas como dibujados, de colores chillones.
En los años 90, la continua progesión de Japón hacia occidente, hizo que desaparecieran, pero sembraron lo que más tarde serían las gyarus.
"Visto así porque quiero. Sé que llevar estos mini vestidos no me va a dar un bonito apartamento ni me va a convertir en presidenta de ninguna compañía. Visto así porque es divertido"